miércoles, 27 de julio de 2011

¿Qué ropa de verano es imprescindible para un niño o niña?


Muy buenas a todas, ¿cómo os va? Hoy me he atrevo con un tema que en el fondo todas conocéis y que seguramente no os aportaré nada nuevo, quizás incluso os parezca demasiado evidente todo lo que voy a decir, pero es un tema del que quiero hablar  porque hace poco, charlando con una chica que tiene dos niños pequeños, me di cuenta de que a veces las cosas más obvias son las que más nos pasamos por alto.
    Esta chica me comentaba no hace mucho que tiene una situación económica complicada, como casi todos hoy día, así que la ropita de verano de sus hijos se la compró en las rebajas, cosa muy lógica, pero el problema estuvo en que lo compró todo guiándose exclusivamente por el precio, y cuando llegó a casa y vio lo que había comprado y lo reunió con lo que aún le servía del verano anterior, se dio cuenta de que casi nada era combinable y su problema apenas se había solucionado. La suerte fue que en los comercios le permitieron cambiar las prendas, y ahí es donde yo pude ayudar un poquito, aconsejando lo que para mí sería imprescindible para pasar un buen verano con niños pequeños.
    Mi primer consejo fue revisar lo que ya tenía, para buscar cosas que “pegasen”. Para la niña tenía una chaquetita de punto roja, unos vaqueritos cortos, un vestido naranja y azul y un trajecito de algodón con dibujos de colores. Y para el niño tenía un vaquerito corto, una chaqueta de punto azul marino, un traje de algodón como el de su hermana,  un pantalón corto azul y un polo verde. Estaba claro que eran cosas sueltas que habían sobrado de otro año y no pegaban demasiado entre sí, así que había que comprar prendas que sirvieran para poner con más de una pieza.
     En el primer sitio que miramos, después de devolver lo que ya había comprado vimos una oferta de cuatro camisetitas de colores, todas lisas excepto un dibujito muy pequeño en el pecho. Las cuatro costaban cinco euros, así que las cogió, dos para cada uno, y las dejó para poner con los vaqueritos cortos. A la niña se las cogimos en verde vivo y en azul clarito, que ambos pegaban con la chaquetita roja, y para él en rojo y en azul clarito para la chaqueta azul marino. Allí mismo vendían chaquetas y compramos una  azul para que ella la pusiera con el vestido que ya tenía y a él se la cogimos en blanco con detallitos en verde, y le quedaba bien con el polo verde que estaba un tanto desparejado y que podía poner con el vaquero corto y ambas chaquetitas, las nuevas y las que ya tenían servían para los trajecitos de algodón de colores.
    En otra de las tiendas donde había que hacer la devolución no encontramos nada interesante, así que con el dinero en la mano nos fuimos al supermercado Alcampo y allí encontramos una oferta de dos por uno genial. A la niña le compramos un vestido para  salir azul y rojo precioso, forrado y con una tela muy bonita y que además pegaba con cualquiera de las dos chaquetas y uno de playa de varios colores que pegaba también con las chaquetas. A él le compramos una camisa de cuadros verde y azul que pegaba con las dos chaquetas y con los dos pantalones y una camiseta de rayas marineras que pegaba con los dos pantalones y la chaqueta azul. Y para completar, cogimos un par de bañadores, algo indispensable en verano. Mi amiga me había dicho que los niños tenían unos playeros tipo ”victoria”, ella en rojo y él en azul marino, pero necesitaban algo más. En un comercio que tenemos que se llama Mercalzado, tenían una promoción que era estupenda, dos pares de playeros o alpargatas costaban  nueve euros. Así que a la niña le cogimos unos playeros tipo victoria en verde, que pegaban con el traje de algodón, las camisetas con los vaqueros y el vestido de playa, y le cogimos también unos que tenían forma de zapatito de pulsera pero que eran de tela, éstos en azul para llevar con los vestidos. Al niño le cogimos unos victoria verde, para la camisa y el polo y para casi todo, y unas alpargatas en color blanco, que eran un poco rollo de lavar pero que pegaban bien. Y con los que ya tenían estaban perfectamente calzados para todo el verano. Al final del día, la mamá pudo solucionar el problema de la ropa, tenía para llevarlos en todas las ocasiones, si tocaba ir arregladitos, ella tenía dos vestidos y una chaquetita que pegaba y él dos pantalones, un polo y una camisa y una camiseta marinera. Podían ir al parque con sus trajecitos de algodón y con sus vaqueros con camisetas de colores y a la playa con cualquiera de estas cosas y ella además tenía el vestido de playa. Y si hacía frío tenía los pantalones vaqueros largos que habían usado durante el invierno pero que sirven para cualquier época.
   Como al final todo había costado menos de lo que había gastado en un principio, pues casi todo había sido dos por uno, compró una gorra de colores para el niño, que pegaba con casi todo, y tres lacitos para ella, uno azul, otro verde y uno de rayitas de colores, muy veraniego.
    Y ahora, cuando me los encuentro por ahí, siempre los veo muy guapos y yo creo que es porque la mamá vio solucionado su problema y está mucho más tranquila, así que combina lo que tiene, le apetece vestir a sus hijos porque sabe que tienen una apariencia genial y da gusto verlos. A veces solo es cuestión de pensar un poco. Antes de comprar es aconsejable revisar el armario porque imaginaos a mi amiga llevando al niño con el polo verde y los pantalones que anteriormente había comprado, que eran de unos cuadritos que no pegaban nada. A mí me encantan los pantalones de cuadros, pero si no tienes con qué llevarlos es mejor comprar otra cosa.
     Así que me despido recordando a todo el mundo la importancia de pensarlo bien antes de comprar, olvidemos las compras impulsivas, aunque nos guste algo, si no tenemos con qué llevarlo estirar el dinero porque esa prenda se va a quedar en el armario. Yo creo que, según donde se viva, para el verano, a los niños hay que comprarles un trajecito de algodón para ir a jugar, un vestido de salir para la niña y un pantalón y polo o camisa para él, una chaqueta que combine con todo, un bañador y alguna camisetita suelta para llevar con vaqueros cortos. Teniendo esto, ya podemos entonces permitirnos algún caprichito. Y además, la ropita de salir, como no la estropean tanto como la de jugar, pueden usarla más de un verano, y así se les compran otras cosas. Muchas veces, los básicos de las colecciones, los vaqueros y camisetas lisas nos vienen muy bien para hacer un fondo de armario. Y un niño así vestido siempre está bien, aunque es agradable, como decía, tener alguna prenda de más vestir.

Ropita de verano imprescindible para niños;cómo ahorrar al vestirlos.


   Por último, si vais a regalar ropita a algún niño por su cumple, Reyes o cualquier ocasión, intentad comprarla con criterio para que la madre  pueda darle salida. Si le lleváis una camiseta intentad que sea fácil de combinar, huid de los estampados o dibujos muy concretos porque a veces no tienen una falda o pantalón que vaya bien y hacemos a la mamá gastar más dinero. Lo ideal sería regalar el conjunto completo. Una solución que yo hago cuando tengo que regalar ropa y no tengo demasiado dinero es comprar una camiseta bonita y para niña lo completo con unos leggins que queden bien, del color predominante, o al contrario, de un color que aparezca de forma sutil, según el modelo. Si es para niño generalmente le cojo una gorra o unos calcetines que sean parecidos, o incluso, si hay una chaqueta o sudadera baratita, la cojo. Y si es invierno lo complemento con guantes y bufanda, depende de lo que me haya gastado en total. Pero no regalo solo la camiseta porque a veces no tienen con qué ponerla. Bueno, ahora si que me voy, y os agradecería que me dieseis ideas para estas compritas o para regalar. Lo que queráis, me encanta que me den ideas. Y mientras me voy os dejo una foto de la playita, pues aunque a veces no lo parezca estamos en verano.
 

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