martes, 30 de agosto de 2011

Mis Tradiciones

Hoy comparto algunas de mis tradiciones, las que me hacen saborear la vida.


Hola a todas. ¿Cómo estáis? Ahora si que el verano, que en realidad no ha sido verano, se acaba, y ya tenemos encima el otoño. Hoy quería hablaros de algunas de las cosas que hago con mis hijos, y dejo las ideas para regalos para otra entrada. No me refiero a cosas normales como ir al parque o a la playa, no, además ya se están haciendo mayores y los hábitos de salir van cambiando. Me refiero a una serie de cosas que nosotros llamamos ”tradiciones”, que en realidad no son tal sino una serie de cosas que siempre hacemos por las mismas fechas y que repetimos cada año.
   Aparte de las cenas especiales de los viernes, que este mes tenemos un poco abandonadas porque hemos ido a fiestas y conciertos y cenamos de otra forma, y además de los santos, cumples y navidades, hay una serie de cosas que repetimos un año tras otro.
   La primera tradición que voy a nombrar a lo mejor os parece un poco absurda, incluso ñoña, y yo misma admito que lo es. Cada año, primero cuando yo era pequeña y ahora con mis hijos vemos Eurovisión en familia. La verdad es que no tengo esperanza de que gane España y cada año me gusta menos lo que envían, pero nos hace ilusión verlo todos juntos. Para cenar preparo un pincheo y vamos cogiendo según nos apetece, y hacemos apuestas sobre la canción que más nos gusta y la que creemos que va a ganar, que no suele ser lo mismo. Mis hijos son los que más entienden de música y me van diciendo si desafinan, si la música está bien y esas cosas. Y durante los últimos años, al día siguiente de Eurovisión tuve comuniones, así que tenemos tema de conversación en la mesa, cuando ya no sabemos que decir. La verdad es que más que por el festival, lo que nos hace ilusión es que el verano está a la vuelta de la esquina, es la primera señal del verano.
     Otra tradición que cumplimos rigurosamente cada año es realizar una pequeña ruta el día de difuntos. Ese día, o más bien el anterior porque suele haber puente, por la tarde celebramos en casa Halloween, pero por la mañana, desde hace bastantes años, vamos a una pequeña ruta que era una antigua vía del tren y que transcurre a la orilla del mar. No recuerdo como empezamos con esto, un año fuimos y al siguiente los niños dijeron que querían repetir y el caso es que ahora nunca falta. Nos gusta mucho como huele todo, huele a frío y a otoño mezclado con el olor salado del mar, y la verdad es que llegamos a casa renovados.
    Una tradición que nunca nos falta tiene lugar en Navidad, y consiste en visitar determinados Belenes. Hay uno que se llama Belén Monumental que está puesto en una pérgola de azulejos azules y blancos que es precioso. Las figuras son a tamaño natural y están dentro del agua. Y nosotros siempre lo vemos el día de Nochebuena por la tarde. Justo cuando empieza a anochecer (si no es de noche no vale) vamos a verlo y a hacer fotos, y luego volvemos a casa para la cena familiar. Justo enfrente hay un puesto de castañas y nos gusta comprar un cucurucho para que todo sea más navideño.
   Y el otro Belén está en un colegio de educación especial y ya iba yo a verlo cuando era muy pequeña. Este lo vemos el día dos de enero, cuando ya han pasado las principales fiestas, se acaban las visitas familiares y aún no han llegado los reyes. Y antes que esto, en el puente de la Constitución, salimos a pasear cuando ya ha oscurecido para ver la ciudad adornada para Navidad.
    Otra cosa que hacemos, y esto ya es en verano, es ir a por moras. Muchas veces las cogemos de forma improvisada pero hay una salida que es fija. Hacia el veinte o veintidós de agosto, nos vamos por la tarde junto a un pantano donde iba yo de pequeña y pasamos la tarde recolectando. Y luego merendamos a la orilla del pantano, en plan picnic. Y cuando ya casi se ha puesto el sol, volvemos a casa.
   Y en otoño, un poco antes de difuntos, vamos a coger castañas. Al igual que con las moras, a veces pasamos por un sitio y las vemos y las cogemos, pero esta salida en concreto es planificada. Lo hacemos un domingo por la mañana y nos pasamos la tarde asándolas y las merendamos con sidra dulce. Ese fin de semana siempre intento que mis hijos dejen todos los deberes hechos el viernes para disfrutar sin pensar en que tienen que hacerlos luego.
   También tenemos una salida para coger musgo para el Belén, aunque la detallaré más cuando hablé de lo que hacemos en Navidad. Y todos los años, cuando ya casi ha acabado el verano, nos vamos todos con mis padres y mi hermana a hacer una ruta que también es junto al mar, aunque en este caso en Gijón, y cenamos en un área recreativa. Y generalmente, antes de ir para casa, tomamos un café en alguna terraza. Eso no tiene fecha fija, suele ser a últimos de agosto y buscamos un día que esté bueno y lo hacemos casi de un día para otro. Llevamos tortillas y fiambres, nada caro ni complicado, y disfrutamos de lo que queda de verano.
  Toda mi vida he dicho que no me gusta la rutina, pero es inevitable tener alguna tradición. Yo creo que en todas las familias hay algunas fechas especiales, aniversarios, excursiones anuales. Es inevitable. Aunque yo soy partidaria de vivir el día a día sin planificar demasiado, estas pequeñas cosas fijas me ayudan a disfrutar, a saber que se acerca el verano o que ya llega el otoño, o simplemente me hace saborear más la Navidad. A mis hijos  les he transmitido un poco de esto, y aunque yo pretendía que fueran menos ”tradicionales” que yo, la verdad es que me superan y son ellos los que me dicen que hay que ir a moras o a castañas y que toca ir al Belén.
    Me gustaría que alguna me hablara de alguna tradición suya, aunque sea de fiestas del pueblo o algo, todas esas cosas me interesan. Nosotros también hacemos algunas cosas que hace todo el mundo y que si no haces parece que te falta algo, por ejemplo, vamos a la Semana Negra y a la Feria de Muestras todos los años, y en el fondo siempre es lo mismo, pero el verano estaría incompleto si no fuéramos.
Y ya para despedirme os diré la última tradición que recuerdo y que consiste en ir a merendar chocolate con churros después de ver el desfile de carnaval. Empecé cuando los niños tenían dos o tres años, un día que llovía, y hemos hecho de aquella anécdota una tradición.
                                      
Ahora ya os dejo y no os aburro más. Espero que con el correr de los años algunas de estas tradiciones las mantengan mis hijos, sobre todo lo de coger moras y castañas, es algo que no me gustaría que se perdiera, y también deseo que ellos inventen otras, al igual que hice yo. Os pongo una imagen marinera y otra más navideña, de una pista de patinaje sobre hielo que pusieron alguna vez, aunque este último año no  y se echó en falta. Bueno, besinos y nos vemos pronto. Adióssssssssssssss.

viernes, 26 de agosto de 2011

Opiniónsbre productos de limpieza.¿Gastamos demasiado en ellos? ¿Son realmente imprescindibles?

Mi opinión sobre productos de limpieza.



Hola a todos,¿cómo os va? Hoy, haciendo caso de una proposición de mi amiga María Luisa, quería hablar un poco de productos de limpieza. En primer lugar quiero aclarar que simplemente voy a dar mi opinión, eso no quiere decir que porque a mí un producto no me haya resultado bien, sea malo. Cada persona y cada casa son un mundo y lo que para unos es muy bueno para otros es malísimo, y al revés.
    La verdad es que los productos de limpieza son muy importantes, pero a veces gastamos mucho dinero en ellos y hay una oferta tan amplia en el mercado que deberíamos mirar más y escoger. Y creo también que no es necesario tener un armario lleno, podríamos mirar que un producto sirva para más de una cosa.
   Generalmente yo suelo comprar marcas blancas, aunque a veces hay ofertas de marcas conocidas que resultan mejor que las de marcas blancas. Este mes, creo que ya lo he contado, necesitaba jabón para los cacharros y acabé comprando 2 botes de mistol por un euro los dos. Claro, es una oferta que no se podía dejar pasar. Y hace como tres meses o cuatro, no recuerdo bien, en los supermercados Alimerka de aquí de Asturias pusieron el detergente Dixan de oferta, dos maletines de 38 lavados cada uno costaban 9 euros(los dos maletines). Y calculando, vi que compensaba y compre 4 maletines, y la verdad es que tuve detergente para un montón de tiempo. Cuando no compro estas ofertas, uso diversas marcas blancas. Unas veces compro un detergente que ya incluye suavizante de la marca Aliada, de Supercor. Anda por los seis euros y son 50 cacitos. No es baratísimo pero me ahorro el suavizante y huele bastante bien. Con Supercor ocurre algo curioso, a mucha gente le espanta directamente porque tiene fama de caro, pero yo creo que es cuestión de entrar y mirar, y si no nos interesa nos vamos. Yo he encontrado ofertas realmente buenas, y en cambio a veces es todo carísimo, depende de la época. Respecto a suavizantes, bueno, tengo temporadas. Ahora tengo el Spa de Mercadona y huele bien y suaviza bastante la ropa. Los del Día no están del todo mal, depende cual usemos, pero en cambio los de Alimerka a mí no me han gustado nada, ni suavizan ni huelen, una decepción. Los detergentes los osodemuchos sitios, por ejemplo uso uno que compro en Makro, no sé si lo conocéis, es un hipermercado donde compran las personas que tiene un negocio, vamos que vende a mayoristas y claro, las cantidades son enormes. Yo a veces compro el saco de 15 Kg de su marca blanca y va genial y es barato y a mí me dura siglos. Y allí también compro el suavizante de su marca blanca aunque no me convence tanto.
    En realidad uso algún detergente y suavizante más, uno barato de Carrefour que huele muy bien aunque ahora no me acuerdo de cómo se llama,locompré hace ya tiempopero recuerdo que para el precio había estado bien. Y también me ha gustado un jabón de Marsella líquido de Mercadona que usé hace tiempo y me había gustado aunque lomalo del líquido es que por mucho que controles se gasta antes. También he usado el del Lidl, pero en polvo, y no está mal.
     Respecto a otros productos, hasta hace seis o siete años yo era fanática del KH7, pero un día, en un apuro, descubrí que el que tiene en Día de su marca blanca es igual de bueno y mucho más barato. No solo sirve para limpiar en casa, que ya es bastante, sino que para las manchas difíciles de la ropa va genial. El traje de comunión de mi hijo quedó destrozado de barro, verdín(se pasó el día arrastrándose y revolcándose por prado del restaurante) y un batido de chocolate que se tiró por encima, y con este desengrasante y un detergente también del Día, lo dejé como nuevo. Y el otro ingrediente que me ayudó a salvar el traje, el detergente que mencionaba no era un detergente en sí,  era un activador de detergente de la marca Día, concretamente Diamatik. Es como si fuera el Kalia de toda la vida y a mí por lo menos me resultó. No lo utilizo siempre, y un paquete me dura bastante aunque son pequeños porque hay prendas que no lo necesitan y para la ropa blanca uso otras cosas, pero cuando lo uso noto los resultados.
Alguna vez he comprado limpiamuebles de Mercadona, del bosque verde, que andan por un euro cuarenta y están bastante bien. Hoy María Luisa me ha hablado de un limpiador de vinagre de este mismo supermercado que vale 60 céntimos y al parecer tiene muy buen resultado. Yo voy a probarlo, y hablamos aunque por lo que ella me dice está muy bien y el único problemilla es el olor, pero vamos, eso con abrir la ventana se arregla.
     La lejía para mí también es imprescindible. La verdad es que para la ropa blanca sí que suelo usar una un poco buena porque a la larga se nota. Hasta el año pasado mis hijos llevaban uniforme al cole y yo intentaba tener bastante cantidad de polos blancos, que son los que van a lejía junto a las camisetas de educación física, y procuraba acumular y lavarlos solo un día a la semana, y en ese caso solía usar Neutrex, aunque debo confesar que alguna vez compré de marca blanca y no me fue mal, pero es que con el tiempo la ropa amarillea, los anuncios en este caso dicen la verdad. Y como solo la usaba un día a la semana o dos como mucho si ponía otra lavadora para prendas blancas, y no siempre echaba lejía, a veces lo evitaba, me duraba bastante. Para el suelo uso una lejía con detergente de marca blanca, ahora mismo tengo una de la marca Aliada que es lejía con detergente, y está de oferta así que no uso fregajuelos. Otras veces compro lejía con detergente en Eroski o en Alcampo, andan por los sesenta o setenta céntimos y a mí me cunden mucho porque son para el baño, la cocina y cosas así. Y para lo demás sí uso fregajuelos. Aquí también soy variable. Mi suelo es de baldosa antigua y es muy agradecido y no necesita grandes cuidados así que suelo usar un fregajuelos de Alcampo de Marsella o de pino, según me de, y a veces uso uno de Eroski que también huele a pino y rondan los setenta céntimos. Y hace poco he usado uno de Mercadona que compró mi hermana y no sé el precio aunque creo que era baratito. Me gusta bastante Xampa pero es más caro y solo lo compro cuando está de oferta. En unas perfumerías que tenemos aquí que se llaman Frascos tuvieron una temporada dos botes de Xampa por un euro, y esa temporada era el que usaba pero hace tiempo que no ponen  esa oferta así que voy a las marcas blancas.
Por último, me gusta tener en casa un poco de amoníaco (tengo alergia y es solo para cosas extremas), y aunque a veces tengo en casa el Volvone de toda la vida, el perfumado de Eroski está bien y es baratísimo.
Y por último podemos hablar de limpiacristales. Ahí si que tengo problemas porque la verdad es que Cristasol, que es la maca que usábamos en casa cuando yo era pequeña dejó el listón muy alto pero bueno yo voy probando. Hace tiempo me contaron que los profesionales en realidad no usan limpiacristales sino agua jabonosa que aclaran y escurren con una goma, pero yo alguna vez lo hice y no me convence demasiado como quedaron. Otras veces he usado el viejo truco de mojar papel de periódico con colonia, a ser posible Nenuco y me quedaron bien, pero eso es para un día porque puedes rayarlos aunque admito que brillaban mucho.
He oído hablar, y me gustaría que vosotras me dijeseis si las conocéis, de unas bayetas de una marca llamada Mery. Dicen que son caras pero solo llevan agua y duran años. Supongo que será como la bayeta ecológica que había hace años. Ahora mismo no se me ocurren más cosas, aunque uso más, claro está, pero os agradecería sugerencias para probar cosas nuevas o recordar cosas que he usado y que se me han olvidado. En resumen, mi idea es ir a la oferta, y si la oferta no interesa buscar marcas blancas. Algunas cosas son fijas en mi cesta de la compre como el KH7 de Día, no recuerdo el nombre y ahora no estoy en casa para mirarlo, o el activador del detergente. Esos siempre los compro en Día. Las demás cosas voy variando, pero creo que no debemos gastar demasiado en productos de limpieza. Para mí es imprescindible la lejía porque creo que es el mejor desinfectante porque hay que desinfectar siempre pero en mi caso quizás más porque tengo gatos y aunque están operados y son muy limpios, son animales y estamos compartiendo casa así que hay que tener cuidado. El detergente, suavizante y lavavajillas también es imprescindible pero las demás cosas podemos pasar sin ellas. Yo con el desengrasante del Día limpio muchas cosas, y con la lejía también, pero lo demás, aunque lo uso, puedo pasar sin ello. Pero todo esto es mi humilde opinión, por eso os agradecería opiniones e ideas, porque entre todas podemos aprender mucho.
                       
   Otro día podríamos hablar de productos de higiene personal de marcas blancas, champú, gel de baño, cremas, y todas esas cosas. Yo ahora estoy en campaña de champú sin siliconas así que agradeceré opiniones. Bueno, no os aburro más, solo espero vuestras ideas. Mil besos y hasta pronto. Y os dejo unas fotos relajantes,  una libélula a la orilla del río, sinónimo de paz absoluta, creo que me hace falta porque tanta limpieza empieza a ponerme nerviosa.

martes, 23 de agosto de 2011

Regalos para chicos


Hola chicas. Ya sé que últimamente actualizo poco el blog, pero intento apurar estos últimos días de verano y la verdad es que tengo poco tiempo. Pero ya estoy aquí así que empezamos. Hoy quería hablaros de regalos para chicos muy jóvenes. En una entrada anterior hablaba de regalos para adolescentes, pero en ese caso eran regalos para chicas, que siempre es más fácil, y hoy quería aportar algunas ideas para regalar a un chico.
   Debo confesar que a mí me resulta bastante difícil regalar a chicos entre14 y 18 años, porque al igual que ocurre con las chicas, la mayoría son muy susceptibles y no les gustan los regalos que ellos consideran infantiles, que en realidad no siempre son infantiles, pero ellos lo ven así.
   Yo creo que lo primero que hay que tener en cuenta, y esto es lo más importante, son los gustos del chico. A la mayoría les gusta el fútbol, y a mí en esos casos me ocurre una cosa curiosa  y es que no logro encontrar un regalo de esas características porque claro, todo lo que hay a precios razonables generalmente ya lo tienen, y lo demás siempre se va de precio.
    Por supuesto a ellos no les podemos dar cestas, porque un adolescente cree que una cesta es algo femenino, así que yo lo descarto de antemano. En cambio sí que he preparado cajas, aunque hay que esmerarse y buscar lo que sepamos seguro que les gusta.  
    El año pasado, en un cumpleaños, estuve bastante acertada. Era el cumple de un chico al que le gusta mucho el heavy, y como mis hijos entienden más que yo les dije que le sonsacaran que CD le gustaban y cuales tenía y cuales no. Con una lista en la mano fui a un comercio que venden CD baratos, excepto los números uno que tienen un precio más o menos fijo, y encontré uno de los que le gustaban bastante barato. Y en esa misma tienda tenían camisetas de todos los precios de grupos musicales. Cómo el chico del cumple es bastante amigo de la familia quise hacerle un regalo decente, porque otras veces ya habéis visto que me gasto lo mínimo pero en este caso decidí poner un precio medio, y encontré una camiseta del mismo grupo del CD barata, y por un euro tenían chapas y pulseras a juego, así que cogí una de cada, y en los chinos cogí una caja pequeña de color negro con letras en gris que pegaba bastante. En casa lo coloqué todo, poniendo papel de seda negro en el fondo de la caja, y el lazo lo elegí de color gris como las letras de la caja y lo até(bueno, mi marido, yo no fui capaz) como si fuera el nudo de una corbata. Y sé que le gustó mucho.
   Para otro chico, preparé una caja totalmente distinta. Fue hace un mes, y era un cumple en una finca, muy veraniego. Así que preparé un set de playa, consistente en bermudas, chanclas y toalla. Por suerte ya había rebajas, pero aún así tuve que recorrer todas las tiendas hasta que encontré unas bermudas asequibles y que encajaran con la personalidad del chico, y en una tienda de ropa vi las que necesitaba. La toalla la compré en Decathlon, era bastante lisa y sencilla, y las chanclas eran del mismo color que la toalla. A mí me gustaban otras con más dibujo pero eran mucho más caras y no pegaban con las bermudas, así que la sencilla tampoco estaba mal. La caja esta vez la compré con dibujos de tablas de surf  y no puse lazo sino unas gafas de sol de una tienda de esas de todo a dos euros. Con la caja cerrada las até y aseguré con celo, y creo que quedó un buen regalo, aunque ya digo, me llevó mucho tiempo encontrarlo todo porque las toallas y los bañadores se me disparaban.
    En realidad he hecho tantos regalos para chicos que no me acuerdo de todos porque algunas veces tuve que acabar regalando algo muy convencional o comprándolo a medias con alguien porque era imposible acertar con algo barato, pero la mayoría de las veces pude solucionarlo bastante bien.
   En otra ocasión, a mi sobrino, le preparé un set de deporte. Ya os he dicho que en la familia nos regalamos ropa, y mi cuñada me había dicho que el niño necesitaba un chándal, pero a mí me parecía aburrido darle un chándal solamente, así que aprovechando las últimas rebajas de verano fui de nuevo a Decathlon.
    Mi presupuesto no era enorme y tenía claro que no me podía pasar, y por si las moscas fui con el dinero justo, así no caía en la tentación.
   En la entrada, en un cabezal, tenían unas bolsas de deporte de liquidación, y nada más que las vi, les eché el ojo. Mirando y remirando encontré un chándal también muy bien de precio, porque ese fin de semana ya retiraban todo lo de verano y querían deshacerse de la mercancía, así que viendo el precio lo cogí, y al lado vi unas camisetas lisas a dos euros. He de decir que dudé, pero al final cogí una que pegaba con el chándal y allí mismo la llevé a poner el nombre del chico en la espalda, en plan futbolista, para que quedase más personalizada.
     En casa miré y metí en la bolsa el chándal y la camiseta, y tuve la sensación de que estaba un poco vacía, así que al día siguiente compré un neceser de un euro en los chinos, muy sencillo pero parecido a la bolsa, y le metí una muestra que tenía de gel de Magno, que va genial para chico y era un bote pequeño pero suficiente para el neceser pues no era el regalo en sí, solo un detalle, y añadí un desodorante igual que me había entrado en una promoción, y por último metí un frasco muy pequeño de colonia de chico que tuve que comprar y me costó tres euros. Y ya con todo, lo coloqué en la bolsa y le puse un lazo del color de la camiseta en las asas, que previamente había unido con más lazo. En esta ocasión acerté con el cumpleañero y con la madre, porque a él le gustó el regalo y la madre no dejaba de decirme lo bien que le venía la bolsa para educación física, y con el chándal y lo demás ya no tenía que comprar nada para esa asignatura. En realidad el regalo fue igual al de todos, pues no dejaba de ser ropa, pero al menos la apariencia lo hizo más atractivo y así el chico no se aburrió de abrir paquetes y paquetes de ropa.
    Bueno, ya voy finalizando, aunque antes me gustaría dar algún ejemplo más, como un caso de hace poco tiempo. Se trata de un chico de los que yo llamo “difícil de regalar”, porque le gustan pocas cosas y de lo que le gusta ya lo tiene. Y esa vez si que me desesperé, hasta que de repente recordé que en una ocasión yo había sacado una foto en el colegio a mi hijo con sus amigos de siempre, el grupito de los que van juntos desde los tres años, y este niño estaba en ese grupo, y además eran bastante pequeños, así que llevé el CD al fotógrafo y por 30 céntimos me la reveló en un tamaño decentito. Y en una tienda que tengo relativamente cerca y que tienen bastante de regalo, de todos los precios, encontré un marco de la serie Padre de familia, que a mí no me gusta pero de la cual son fans este chico y su padre. Y junto al marco había un tazón con los mismos motivos que el marco, así que también lo compré. En los chinos compré una caja azul, que era el color predominante, porque no encontré ninguna de esa serie, y en el marco puse la foto del grupo de amigos, y en el tazón unos caramelos. La caja la cerré y puse un lazo, y del lazo salía un llavero de los chinos que me había costado un euro y qué si que era de esa serie.
   Según mi hijo a su amigo le gusto pero la madre casi lloraba al ver la foto de su hijo de pequeño y con sus amigos de siempre.
   Y el último ejemplo que os doy es de un chico al que le encanta la música, y de hecho toca la guitarra. Bueno, pues como ya tenía de todo, fui a una tienda de música de esas en las que todo parece carísimo pero que buscando tienen de todo, y compré un libro de trucos para mejorar con la guitarra, y un puero, que es una especie de pastillero donde se guardan las púas de la guitarra y se sacan tocando un botón, y compré también unas pegatinas para guitarra normal, no eléctrica, y diversas púas, que las hay desde diez céntimos. Yo las cogí blandas y duras, con y sin dibujos, de todo, y añadí al conjunto una cejilla, que es un objeto para sujetar las cuerdas y producir efectos. En los chinos, como siempre, cogí una caja que tenía dibujadas notas musicales(me llevó tres días encontrarla) y lo metí todo, la cejilla, el puero, las pegatinas, el libro y las púas, que las metí en un paquetito que hice con papel de regalo negro y pinté unas notas con rotulador permanente plateado. Y cerré la caja y le puse un lazo, y de ahí colgaba una púa que no envolví y que tenía dibujado el horóscopo de cumpleañero. Y creo que esa vez también gustó el regalo, o al menos eso me dicen, porque claro, a ver quien le dice a alguien que no le gusta, pero bueno, espero que haya gustado.
   Así que ya lo sabéis, las reglas básicas para regalar a un chico son sencillas; seguir su gusto, descartar objetos que a ellos les parezcan infantiles o femeninos (que generalmente no son ni uno ni otro y en unos años lo ven así), y presentarlo de forma atractiva. Con eso, y cariño e imaginación, triunfamos seguro. Besitosssssssssss y a disfrutar de lo que queda de veranito.

jueves, 18 de agosto de 2011

Cosas imprescincibles para ahorrar

Mis cositas imprescindibles para ahorrar en casa.


Hola amigas, ¿qué tal estáis? Estoy segura de que muy bien. Yo por mi parte aquí, disfrutando del verano, aunque el sol brille por su ausencia, y buscando el lado bueno de las cosas, aunque a veces es bastante difícil.
   La verdad es que hoy no sabía muy bien de que hablar, ya que tantas ideas de regalo seguidas os pueden resultar aburridas, así que se me ocurrió hacer una lista de los objetos o utensilios que yo considero imprescindibles para ahorrar. Desde luego, cada casa es un mundo y lo que para mí es muy útil a otra persona puede parecerle un trasto inútil, así que yo voy a hablaros desde mi experiencia, y voy a enumerar esas cosas que es bueno tener en casa porque nos ayudan a ahorrar, aunque al principio debamos gastar un poco para comprarlos, pero generalmente se amortizan enseguida. Son cosas que a mí me han resultado bien, al menos hasta ahora. Bien, pues ahí va mi lista.
   En primer lugar, yo creo que todos deberíamos tener en casa una olla rápida o de vapor. Aquí cada uno puede elegir las que prefiera, las rápidas esas que venden modernas o las clásicas de pitorrito de vapor. Cualquiera de ellas es ideal porque nos permite cocinar ciertos alimentos en la mitad de tiempo y es un gasto considerable de energía, ya tengamos luz o gas. Yo preparo muchas legumbres, tres o cuatro días a la semana hago alguna y la olla me permite cocerlas en mucho menos tiempo de lo que lo haría en una cazuela normal, y lo mismo ocurre con algunas carnes y otros alimentos. Para lo que nunca la uso es para pasta y arroz porque me resulta difícil calcular y siempre se me pasa, pero eso me ocurre a mí no es que no se pueda usar. Por tanto, como primera opción de ahorro, propongo una olla rápida.
   Luego, siguiendo en la línea de los electrodomésticos, hay algo que yo descubrí hace unos años y bajo mi punto de vista, es una buena inversión. Se trata de una plancha de alimentos. La verdad es que yo no la compré, a mí me la regalaron y no sé cual es su precio, pero desde que la tengo he notado un ahorro considerable de luz. Las tostadas para mis hijos las hago de seis en seis, y los sándwiches de cuatro en cuatro. La carne o el pescado a la plancha lo hago toda a la vez, apenas uso aceite y las últimas vueltas se hacen con la plancha desenchufada. Y para limpiarla solo hay que pasar un paño con agua y vinagre. Es un ahorro de tiempo, luz, aceite, agua para fregar. Para mí es una gran inversión.
   Una cosita que para mí es absolutamente indispensable es tener recipientes para guardar todas esas cosas que hemos cocinado y qué queremos congelar. En una de las primeras entradas del blog expliqué que a primeros de mes siempre preparo una buena cantidad de croquetas y las meto, ya formadas, en recipientes, y así, ante una visita inesperada o cuando ya se va acabando el sueldo, siempre puedo echar mano de ellas. También tengo por costumbre cocinar pollo, o carne, bonito en tomate o en rollo, y guardar aunque sea una ración en uno de esos recipientes, y así, a final de mes o de nuevo ante un invitado inesperado siempre tengo algo para salir del apuro. Además, al cocinarlo a la vez que lo que nos vamos a comer, ahorramos un montón de energía. Yo tengo recipientes, Tupper en realidad, de todos los tamaños, y me parecen una solución estupenda.¿Por qué vamos a tirar un muslo de pollo que ha sobrado si podemos congelarlo y sirven para cenar una persona? Alguna vez me ha ocurrido que estamos a últimos de mes y a lo mejor tengo dos pechugas guisadas y dos raciones de carne asada, bueno, pues nos ponemos de acuerdo y cada uno cena lo que prefiera con unas patatas, y nos ahorramos ese dinero que tendríamos que gastar en comprar la cena, que puede surgir una urgencia, y de hecho, casi siempre surgen. Yo he comprado mis Tupper en muchos sitios, chinos, hipermercados, y muchos me los dieron con promociones, por ejemplo llevando dos paquetes de pan de molde y cosas así. Pero yo jamás compro algo por el regalo, primero compruebo que me compensa porque a veces, sin darnos cuenta, pagamos con creces el regalo que nos hacen.
     Y ya dejando un poco la cacharrería también creo que es importante tener bolsas en casa. En la mayoría de los supermercados te las cobran,  así que lo ideal es guardar todas las que podamos de los súper donde no las cobran, y cuando ya estén muy gastadas, podemos usarlas para basura. Yo siempre llevo en el bolso y en el coche alguna bolsa por si tengo que hacer una compra con la que no contaba, y así evito pagar por una bolsa que no necesito. También tengo, aunque esto no es tan indispensable, unas bolsas de un material tipo lona, que venden en muchos sitios. Yo las compré en Casa, y mi hija las llevó de viaje de estudios por si hacía compras y no le daban bolsa, como verdaderamente ocurrió. Éstas tienen forma de mariquita y cuando están cerradas se pliegan y no ocupan nada. La verdad es que son muy útiles, aunque no las considero indispensables, pero si podéis haceros con una, pues oye, mejor. Las que si veo indispensables son las de plástico porque yo alguna vez, incluso las he usado para coger moras, en momentos en los que no iba preparada porque estaba dando un paseo y así no tuve que prescindir de cogerlas.
      Otra cosa que yo siempre tengo, aunque a lo mejor os parece una superficialidad, es un perfumador. Ya os decía en otra entrada que yo siempre, cuando estoy a principio de mes, compro una colonia fresca, porque independientemente de algún perfume o colonia envasada, me gusta tener una colonia fresca para el día a día. Bueno, pues según compro la colonia me gusta llenar un perfumador pequeño con ella, y lo guardo en un armario. Y así, si se me acaba el frasco antes de finalizar el mes, puedo usarla sin tener que comprar otra cuando ya nos va quedando poco dinero, y si no la uso ese mes pues la tengo para otro, y así puedo alternar cuando ya empecemos a cansarnos de la que llevamos usando un mes entero. Además, siempre llevo un perfumador en el bolso y otro en el coche, y nunca están de más.
    Otra cosa, que yo creo que todos tenemos, es una batidora que tenga accesorio picador. Muchas veces pagamos por carne picada o por hamburguesas, y nosotros podemos hacerlas con algún recorte de carne que nos haya sobrado, podemos solucionar una comida o una cena y no hay que gastar de más. Y lo mismo sirve con fruta, por ejemplo. Podemos hacer compotas y papillas con frutas que nos vayan quedando, en lugar de pagar por algunas envasadas que no son tan naturales. Y la nata montada, que siempre cuesta un euro con bastante, podemos montarla nosotros con la varilla y el brick anda por los 50 céntimos, y lleva poca luz, así que ahorro total. Y lo mejor es que este es un electrodoméstico que ofrece mucha variedad de precios, y como no somos profesionales podemos coger uno barato o uno que esté de oferta.
    Y siguiendo con los electrodomésticos debo confesar que hace ya algo de tiempo que compré un molinillo de café. Antes compraba el café molido, pero con el tiempo fui leyendo que los cafés molidos muchas veces llevan otros componentes, no son 100 por 100 café y además, yo siempre veía muchas ofertas de café en grano pero no lo compraba porque no tenía forma de molerlo. Y un día vi una tienda que liquidaba y vendía molinillos a 6 euros, y molían el café en segundos, así que apenan gastaban luz. Y desde que lo compré estoy encantada. Durante el mes de junio estuve comprando un café en un supermercado que estaba muy barato, y por cada dos paquetes me regalaban un kilo de azúcar, así que tuve azúcar gratis mucho tiempo.
   Por otro lado, dejando los electrodomésticos, me gusta tener tarros para guardar mermeladas y salsas. Muchas veces, en agosto, cojo moras y siempre me gusta hacer mermelada, y lo mismo hago con fresas y alguna otra fruta. Y como en casa nos gusta mucho la salsa de tomate, hago cantidad y la guardo en la nevera. No es necesario que los tarros sean nuevos, pero debemos esterilizarlos muy bien. Yo aprovecho los de miel o mermelada, y hasta ahora me ha resultado genial.
    Y bueno, ya si hablamos de grandes electrodomésticos, sería muy interesante que en casa tuviésemos un buen congelador, ya sea de los que están integrados en la nevera o de los que venden como arcón congelador, porque podemos tener guardadas muchas cosas que nos sacan de más de un apuro. Yo siempre congelo, además de lo que ya os he dicho, paquetitos con verduras en trozos que luego uso para hacer purés o sopas de verduras, bases de pizzas que me solucionan muchas cenas o meriendas, frutas de temporada que luego podemos comer y que resultan un lujo, por ejemplo moras, aunque son un poco delicadas para congelar, pero desde que aprendí estoy encantada. Y guardo incluso hojaldre y helados o alguna tarta helada que ponen de oferta y que siempre puedes sacar en una ocasión especial. En un súper cerca de mi casa tenían barras de helado a 60 céntimos y yo compré algunas y de vez en cuando tomamos helado con la fruta o con un poco de caramelo líquido. Yo sé que un congelador es caro, pero merece la pena tenerlo, y si vamos a comprar una nevera sería interesante mirar una con un buen congelador porque nunca nos vemos en la necesidad de tirar comida. Incluso si vamos a salir de viaje y hemos comprado mucha carne o pescado, separamos lo que vamos a comer y el resto al congelador y cuando volvamos ya tenemos cena. Son todo ventajas.
   Otra cosa que a mí me está ayudando mucho a ahorrar es tener unas cazuelas y sartenes apropiadas. Me explico. Yo siempre tuve cazuelas normales, pero cuando fui necesitando reponer las cogí apropiadas para vitrocerámica y es verdad, al menos con las que yo tengo, que calientan antes y guardan el calor mucho tiempo, con lo cual no tenemos que andar recalentando. Y con las sartenes ocurre igual. Desde que las tengo aptas para vitro calientan antes y tardo menos en hacer tortillas o patatas. Y lo mismo podríamos decir del microondas. Si metemos un recipiente apto para micro la comida se calienta mucho antes. Desde que empecé a seguir esta “norma”, he ahorrado luz, los recibos lo dicen, lo que pasa es que con la subida del IVA, pagamos lo mismo, pero bueno, al menos no pagamos más.
     Y una cosa que me he acostumbrado a tener, aunque a algunos les pueda parecer un poco cutre, son cajas. Normalmente suelen ser de zapatos, y algunas las forro y otras no. Bien, pues en esas cajas me gusta guardar todas aquellas cosas que puedo necesitar y así las tengo ordenadas y no compro algo que a lo mejor ya tengo y no sé donde lo he metido. En una guardo papeles de regalo sin usar o que están muy nuevos, y en otra lazos de regalo, de tela o papel, pegatinas de esas de felicidades y deseo que te guste, y alguna cosita suelta que puede servir para adornar un paquete, un globo, un caramelo llamativo, cosas así. En otra guardo muestras de gel, champú, crema,  bodymilk. Todas las muestras las guardo y muchas veces me sirven para tirar algún día hasta que se cobre, y ese dinerín que me ahorro, por ejemplo, a falta de tres días para cobrar, un desodorante tamaño viaje me saca perfectamente del apuro, y un gel o champú igual, y si sumamos aquí y allá, es lo justo para que nos llegue el dinero. Pero en este caso hago como con los tuppers, nunca los compro a ciegas, primero calculo bien para saber que me compensa. Y en otra caja guardo lápices, gomas y material escolar de primera necesidad porque no es la primera vez que mis hijos se acuerdan tarde mal y nunca de que necesitan algo para el día siguiente a primera hora y para evitar que les castiguen tengo que pagar de más porque no me da tiempo a ir a un sitio barato y debo comprarlo en una librería de esas prohibitivas que parece que te cobran solo por mirar.
    Y en otra caja guardo lo que ya os había dicho en otra entrada. Es una caja metálica de galletas, y meto infusiones. Cuando compro una caja de infusiones siempre meto dos bolsitas en esa caja, y así, a final de mes, tengo infusiones para ir tirando, o incluso si viene alguien me sirven porque a lo mejor tengo menta pero necesita una manzanilla, o al revés. Es un truquillo un poco tonto pero a mí me resulta y siempre tengo una infusión disponible.
    Por supuesto hay miles de cosas que nos ayudan a ahorrar pero yo he querido poner solo las que para mí son imprescindibles y que además no son demasiado caras, porque de nada nos vale que algo ahorre si nos cuesta una fortuna. Yo creo que las cositas que os he dicho son suficientes, añadiendo alguna cosa más, por ejemplo las bombillas de bajo consumo. La primera que tuve me la regaló la compañía de la luz hace un año y aún me dura, y eso que está en el lugar de la casa donde más se enciende la luz. No sé si ahorran, la verdad es que no lo he comprobado como hice con la plancha de alimentos o con otras cosas, pero sí que puedo asegurar que duran. Y claro, cualquier electrodoméstico que ahorre luz o agua es una maravilla, pero si ya tenemos uno que está en buen uso es una tontería cambiarlo. Y ahora, casi como curiosidad, puedo recomendar, aunque desde luego no es imprescindible, tener una neverita para llevar las bebidas cuando estamos fuera de casa y que no calienten porque si calientan demasiado son imposibles de beber y acabamos comprándolas en el chiringuito donde nos cuestan un ojo de la cara. Yo tengo una nevera grande que compré hace 16 años en Alcampo y que funciona perfectamente. Esa la tengo para cuando vamos a pasar el día entero, y luego, para cuando vamos a la playa una tarde o una mañana tengo varias de distintos tamaños que se pueden llevar colgadas y lo mejor es que todas esas son regalos. Unas son de yogures, otras de la Cocinera, me la dieron con obleas de  hojaldre que me costaron 60 céntimos y otra me tocó en un sorteo. Y lo mismo puedo decir de un termo. Si vamos a comer a la playa o a un área recreativa podemos llevar café y así no es necesario comprarlo. Cuatro cafés cuestan seis euros más o menos, y a mí el último termo me costó siete, así que ya está requeteamortizado. Pero estas cosas, repito, no son imprescindibles aunque yo las considero recomendables. Y no es necesario comprarlo todo a la vez, yo las he ido comprando poco a poco, y siempre rebajadas.                                                                                                                                                Así que os he soltado un rollo impresionante para deciros que esas son las cosas que yo considero importantes para el ahorro en nuestro día a día, aunque esto no quiere decir que tengamos que comprar estas cosas que menciono. Yo creo que con cuidar lo que tenemos, y con esforzarnos en reducir gastos, por ejemplo intentando congelar, llevando siempre nuestras bolsas a la compra, usando cacharros apropiados para no gastar más luz de la cuenta y sabiendo lo que tenemos para no comprar algo que sí tenemos pero que no sabemos donde está, creo que con esas cosinas ya estamos haciendo mucho, cuidando esos pequeños detalles se ahorra más que con una superlavadora de modo ahorro. Ahora ya os dejo, de verdad, pero agradecería mucho que vosotras me dijerais que truquitos tenéis para ahorrar. Me interesa mucho saber qué electrodomésticos usáis, dónde los compráis y si tenéis algún truco para evitar gastos innecesarios. Y agradeciendo a las que me leéis y esperando vuestras ideas os dejo, así que mil besos para todas. Byeeeeeeeeeee.

lunes, 15 de agosto de 2011

Ideas para regalar a preadolescentes, una edad difícil.

Ideas de regalo para preadolescentes.



Hola, ¿cómo estáis? Como siempre os digo, supongo que muy bien y disfrutando lo poco que ya nos queda de veranito. Y a pesar de lo loco que está el tiempo seguro que estamos todas intentando pasarlo lo mejor posible.
    Y aprovechando uno de esos momentos en que estoy en casa, me decido a contaros alguna cosita más sobre regalos. Hace poco alguna me decíais que sería interesante que pusiera fotos y el paso a paso, y desde luego, nada me gustaría más, pero las cosas que os explico ahora ya las hice algo de tiempo y en su momento no se me ocurrió sacar fotos porque por mi cabeza ni siquiera había pasado la idea de crear un blog, pero os prometo que las cosas nuevas que vaya haciendo serán fotografiadas y explicadas.
   Bueno, hoy quería hablaros de regalos para adolescentes o más bien preadolescentes. En la primera entrada que tengo sobre regalos presentados en cestas ya había abordado este tema, pero creo que nunca es suficiente. Por propia experiencia os digo que esa es la etapa más difícil para regalar, y sobre todo si no contamos con un gran presupuesto. Yo creo que lo principal que debemos tener en cuanta son los gustos del chico o chica que va a recibir el regalo, eso es fundamental, y lo siguiente es evitar lo que yo llamo ”temas escabrosos”. A lo mejor a una madre le parece bien que su hija de 12 o 13 años se maquille, pero yo creo que no debemos ser nosotros quienes le regalemos maquillaje, incluso aunque veamos que esa niña se maquilla con asiduidad, yo creo que es un regalo inapropiado. Y lo mismo podríamos decir de regalar cierto tipo de ropa. Por mucho que sea el estilo de la niña, dejemos que sean sus padres quienes les compren ropa de “mayores”, y optemos nosotros por un regalo más neutro. Por eso, creo que la vez que preparé la cesta de baño, acerté bastante, porque no es un regalo demasiado infantil pero tampoco es de mayores.
    No sé porqué, nuestros hijos muchas veces temen dar regalos infantiles a sus amigos, así que creo que es importante que les hagamos ver que hay una serie de cosas que no tienen edad, y debemos explicarles que pueden hacerlo tanto pequeños como mayores, y no por ello es un regalo de peques.
    Hace ya algo de tiempo mi hija fue invitada a un cumpleaños de una niña de trece años. Yo no quería regalar otra cesta de baño porque esta niña era amiga de la que había recibido la famosa cesta y no quería dar un regalo repetido, y tenía claro que nada de maquillajes ni ropa que pudieran desaprobar los padres. Y como siempre, tenía un presupuesto reducido, y además, el cumpleaños consistía en una merienda sencilla en casa por tanto tampoco era necesario llevar un regalo carísimo, aunque si que queríamos que fuera algo especial y personal.
   Hablando con mi hija de los gustos de la niña, llegamos a la conclusión de que era una niña muy golosa, así que por ahí podíamos encaminar el regalo. Después de asegurarnos de que no era diabética ni estaba haciendo ninguna dieta, empezamos a planear una caja de chocolates. Y lo primero era precisamente eso, buscar una caja, y la encontramos en unos chinos. Había muchos modelos, pero optamos por uno con el fondo verde y lleno de florecitas de colores. En casa teníamos papel de seda verde, y forramos así el fondo.
   En una tienda de esas donde venden chuches al peso compramos bastantes bombones de esos con forma de mariquita, unos after eight de chocolate relleno de menta y algunas flores de las que se ponen en las tartas. Y en el Lidl, compramos una tableta de chocolate relleno de fresa, otra de chocolate con almendras, una de chocolate blanco, otra de chocolate relleno de naranja, una bolsa de monedas de chocolate y como era época de Bollo en Semana Santa, encontré unas figuritas envueltas en papel que formaban mariposas y flores, venían todas en una red y eran realmente baratas.
   Encantadas de la vida nos fuimos a casa y pusimos las tabletas por el fondo de la caja, sobre el papel y formando una base, y luego repartimos las mariquitas, las flores, las mariposas y las flores de las tartas, y quedó precioso, como muy primaveral. Y en una esquina puse un cofre de plástico que tenía sin abrir que me había entrado en un sobre sorpresa de un mercadillo y metí las monedas como si fueran un tesoro. Y como nos gustó tanto, decidimos dejarla abierta, pusimos la tapa en la base y lo cerramos todo con papel celofán de dibujos de mariquitas que me había sobrado de otra ocasión, y lo cerramos con un lazo verde como el fondo de la caja.
  Este regalo me había costado unos siete euros, lo cual estaba genial porque cualquier cosa en una tienda ya costaba más. El truco estaba en coger una caja que no fuese demasiado grande porque cuesta más barata y se necesita menos para rellenarla, y además no tuve que comprar papel y lazo porque siempre guardo todo el que me sobra, aunque sea un recorte porque siempre nos puede servir.
    Algunos días después me encontré a la madre de la niña del cumpleaños, y me hizo mucha gracia porque vino a hablar conmigo en el súper y me dijo;- Vaya acierto de regalo le disteis, porque,¿te puedes creer que nos juntamos con un montón de maquillaje? Y además, mi niña no se pinta, pero cuando empiece quiero que use gloss y cosas suaves, y no me habría importado que le regalasen algo así, o unas sombras en rosa, pero no, sus amigas le regalaron bases fluidas y polvos compactos.¿Cuándo va a usar eso? Voy a acabar usándolo yo. Lo vuestro fue ideal, disfrutó comiendo y ahora dice que quiere la caja para guardar fotos del grupo ese que tanto le gusta.
  Bueno, la conversación fue más o menos así, no me acuerdo de las palabras exactas, pero me imagino que las amigas le llevarían a la niña productos de maquillaje que con 12 o 13 años no se necesitan, y que apenas saben usar. Creo que la idea del chocolate fue buena, porque no solo le gustó a la niña, los padres también quedaron satisfechos.
   Para una chica también podemos hacer juegos de escritorio, como ya os dije una vez.    
   Hace también algo de tiempo tuvimos un cumpleaños de una niña que era muy difícil de regalar. Tenía un problema en la piel y no podía usar productos que no fuesen de farmacia así que el juego de baño quedaba descartado, el conjunto de pijama que le había preparado a mi sobrina se me iba de presupuesto así que tampoco servía, y esa niña odiaba el dulce, por tanto fuera chocolate. Y fijándome un día vi que no tenía agujero para los pendientes ni llevaba nunca complementos, así que no podía arriesgarme a cogerle pendientes o colgantes. Y preguntando a mi hija supe que le gustaba llevar a clase cosas bonitas, así que decidí preparar un conjunto de escritorio. A lo largo de los años preparé muchos, siempre dependiendo del dinero y de los gustos, pero este fue muy difícil porque a la niña no le gustaba ningún grupo musical para comprar cosas relacionadas, ni ninguna serie, nada. Lo único que supe es que le gustaban mucho los animales, así que decidí hacerlo así, pero claro, con animales tenía miedo de que me quedase infantil.
    Después de ir a un montón de sitios encontré una caja que tenía un estampado blanco y negro imitando a una vaca, y me pareció que ese estampado no era infantil pues muchas chicas llevaban cosas así. Con la caja en la mano fui a una librería de la que soy clienta desde hace muchos años porque tienen muchas cosas a muy buen precio, no se cuelan en nada y tienen cosas muy originales. Y nada más entrar vi un Boli y una pluma con un estampado como el de la caja. Al preguntar el precio  el Boli me pareció muy barato, aunque la pluma no tanto, así que seguí mirando a ver que había. Y vi una agenda con unas vacas en la portada muy chulas y nada infantiles, y tenían una libreta pequeña haciendo juego. Y rebuscando encontré una carpeta de cartón con estampado blanco y negro. Como todo era bastante barato me llevé también la pluma, y en unos chinos compré un peluche de esos de 60 céntimos en forma de vaca. Esta vez también presenté la caja abierta, sobre todo porque no me cabía la carpeta, Y puse  sobre un papel de seda negro, que saqué de una caja de zapatos, la carpeta medio de pie, y delante la libreta y la agenda. A un lado el Boli y la pluma, que los había atado con un lazo estrechito negro que tenía en casa, y al lado el peluche. Luego lo envolví con celofán transparente porque no tenía ninguno que me pegase, y le puse un lazo negro que tenía guardado. Y debo decir que quedó un conjunto de escritorio muy bonito. Y también fue un acierto porque aunque la mayoría de las invitadas acertaron con los regalos muchas se equivocaron, por ejemplo una niña le llevó unos pendientes preciosos, que gustaron a todos pero que nunca se puso, y otras le llevaron entre todas una tarta de gominotas que se acabó repartiendo entre los invitados. Por eso creo que es importante tener en cuenta el gusto de la persona, porque el regalo más bonito para nosotros a lo mejor a otra persona no le gusta nada.
   En otra ocasión también quise regalar un juego de escritorio, pero no sabía muy bien que meter porque era para una niña de 15 años, y claro, era más mayor y es más difícil. Y en esa misma librería lo encontré todo. Después de revolver por las muchas estanterías que tienen encontré una agenda con unos dibujos de Nueva York, y yo sabía que a la chica esa ciudad le encantaba, y tenían también un diario y un papel de cartas con sus sobres haciendo juego. Las tres cosas costaban cuatro euros, así que no dudé. No tenían un boli a juego, así que cogí uno del color predominante, y me fui a buscar una caja que quedase bien. Eso si que me costó trabajo, me recorrí toda la ciudad y al final, en una tienda me dijeron que podían traerme una que tenía dibujos de Nueva York, pero era un poco pequeña. A mí no me importó porque lo que tenía que meter era todo bastante pequeño, así que  la encargué, y allí mismo cogí un peluche muy pequeño en el que se podía escribir lo que se quisiera, y nosotros pusimos Paula(nombre de la cumpleañera) loves New York. Y en casa metí el papel de cartas el fondo, el diario y la agenda encima, el Boli sobre ello y el peluche echado al lado, y esta vez entregamos la caja cerrada con un lazo negro encima porque el color predominante era el gris y así quedaba muy bien.
   Estas son solo algunas ideas, en realidad podemos hacer miles de cosas. Yo lo único que digo es que debemos tener cuidado pues es una edad complicada y a muchos padres no les gustan ciertas cosas, y también es cierto, y hablo porque lo he visto, que algunos adolescentes son muy susceptibles y si les regalas un peluche o un juego de mesa creen que los vemos pequeños, y para ellos es importante y sufren, por eso es importante meterse un poco en la piel del niño o joven para acertar. Yo misma, una vez regalé un juego de hacer papiroflexia a una chica de 15 años porque sabía que le gustaba mucho y coleccionaba ese tipo de cosas, pero a otras chicas ni se me ocurriría porque dirían que eso es de niños pequeños.
    La idea de la caja de chocolates se puede cambiar un poco, como ya os decía el otro día podéis meter en una hucha caramelos o bombones, y podéis buscar la hucha del equipo de fútbol que le guste o de algún grupo musical o serie de moda. Y un consejín que yo siempre sigo es mirar en casa antes de salir qué papel de regalo tenemos, que lazos, porque es bueno que intentemos buscarlo de esos colores para evitar gastar más. Si gastamos un presupuesto escaso en el envoltorio, el regalo puede quedar muy escaso.
   Y otra cosa que yo hago es salir de casa con el dinero justo. Si dispongo de 6€, por ejemplo, solo llevo esa cantidad y si tengo que hacer más compras voy en otro momento porque sino acabamos gastando de más. Y también es interesante tener en casa cestas y alguna caja más bien neutra porque nos sacan de más de un apuro.
    Si vosotras tenéis más ideas, os agradecería que me las dierais. Otro día os hablaré de regalos para chicos, que para mí son bastante más difíciles de regalar que las chicas, o al menos es lo que a mí me ha pasado. Y si alguna tenéis ideas os lo agradezco porque en breve voy a tener un cumple de chico y quiero empezar a mirar.
   Bueno, pues os dejo reiterando que os animéis a preparar los regalos personalizados, merece la pena porque ahorras mucho y quedan muy bien. Además no hace falta llenar las cajas o cestas hasta arriba, solo hay que saber colocar las cosas, y el fondo lo cubrimos con papel de seda arrugado, o con pétalos que queda muy bien, o si por ejemplo hacemos un lote de playa, que puede ser meter en una caja con motivos marineros unas chanclas y algo que pillemos de rebaja, puede ser un pareo, un bikini, una toalla o una bolsa de playa, lo que más nos convenga y que pegue con las chanclas, podemos cubrir el fondo de la caja con conchas que nosotros podemos coger, y queda muy muy bien. Y una caja de playa gusta a todos, incluso pueden ser simplemente productos de playa, crema solar y aftersun, con un gorrito mono, por ejemplo, o un neceser plastificado para llevarlos a la playa. Todo es buscar y echar imaginación. Bueno chicas, no os aburro más y os dejo que sigáis con el veranín, que queda ya muy poco. Besossssssssss y seguimos en contacto.

domingo, 14 de agosto de 2011

Premio Blogger Luxury


Hola chicas, hoy mi entrada es distinta de la habitual porque el blog de cristina, http://elrinconcitomagicodecristina.blogspot.com, me ha dado este premio, con la condición de que escriba 7 cositas sobre mí y también con la condición de que entregue este premio a otros 10 blogs. La verdad es que elegir 10 blogs es difícil, pero como algunos de los que me gustan mucho ya tienen el premio, puedo darlo a otros sin que me quede esa sensación de dejar a alguien de lado.
   Bueno, ahora vamos a las cositas sobre mí, aunque en realidad no tengo mucho que contar.
 Lo primero es algo que todas sabéis, llevo mucho tiempo casada y que tengo dos hijos que ya son mayorcitos y que son realmente el centro de mi vida, son los que hacen que siga adelante siempre, aunque a veces las cosas no vayan bien.
Otra cosita es que vivo en Asturias, ese lugar verde lleno de mar y monte donde en un mismo día puedes ir a la nieve y mojar los pies en el mar, y donde puedes levantarte sintiendo el repiqueteo de la lluvia en tu ventana y acostarte con el sol brillando en todo lo alto.
Una  de mis pasiones es la vida al aire libre, y a pesar de vivir en una ciudad siempre me relajo cuando estoy con mi familia rodeada de silencios, bajo un árbol o a la orilla de un río.
Otro dato es que soy terriblemente vaga en lo relacionado al deporte, pero a pesar de ello intento moverme, camino bastante, nado de vez en cuando, hago rutas en bici con la familia y vivo en un tercero sin ascensor, o sea que imaginaos....
La quinta cosa es lo mucho que me gusta comer. Exceptuando la caza, el conejo, las alubias pintas y las navajas y percebes, me gusta todo. No soy muy golosa, soy más de comida salada pero me encanta comer de todo.
 Me encanta regalar. A pesar de que muchas veces me falta dinero para hacer un buen regalo, disfruto mucho preparando y personalizando  lo que voy a dar, aunque sea algo barato.
Y por último, deciros lo contenta que estoy de haber abierto este blog, porque tal vez tenga poquitas visitas, pero todas las personas que me leen son absolutamente maravillosas y eso es…magia.
Bueno, y ahora voy a poner los diez blogs nominados.


Bueno chicas, pues enhorabuena a las premiadas, y nos seguimos leyendo entre todas para que este maravilloso invento de los blogs no decaiga nunca, porque yo aprendo cada día de todas vosotras. Gracias y besos.

sábado, 13 de agosto de 2011

Homenaje a mi coche


Qué llevar en el coche.


Hola a todas desde estas tierras donde estamos viviendo el verano más extraño de nuestras vidas. Hoy no sabía muy bien de que hablaros, porque pretendo que este blog sea variado para que nadie se aburra, así que he estado divagando sin llegar a ninguna conclusión.
    Y de pronto, sin más, se me vino a la cabeza una frase o más bien una pequeña historia que dicen en una película que a mí me gusta mucho. 

En esta película alguien cuenta que los habitantes de un pueblecito de la Toscana italiana construyeron las vías del tren mucho antes de que el ferrocarril llegara a Italia. 
Bueno, pues algo parecido hizo mi madre con mi abuelo. 
En los años sesenta mi abuelo quiso sacarse el carnet de conducir, y mientras estudiaba para ello, el día del padre, mi madre le regaló un San Cristóbal(patrón de los conductores) de esos que se ponían en el salpicadero y un plumero para limpiar el coche porque por aquel entonces los asientos eran de eskay y era lo que se estilaba. 
Y mi abuelo no tuvo coche hasta dos años después, así que aquellos regalos demostraron mucha fe y esperanza. 
Desde entonces en mi familia hemos valorado mucho el hecho de tener coche. Aunque no sean los más lujosos ni modernos, mi coche para mí es como el Ferrari de Alonso, porque gracias a él mi marido puede ir al trabajo y hemos podido salir siempre con los niños. 
No lo considero imprescindible porque muchas veces salimos sin él, pero si que es muy importante en nuestras vidas. 
Y hoy, como un homenaje a mi coche, y a todos los coches que ayudan a las familias, me apetecía deciros que cosas llevo siempre en el coche, valga la redundancia, para salir de los apuros y emergencias.
Desde luego, muchas de las cosas fueron cambiando a medida que los niños crecían, aunque hay algunas que siguen siendo las mismas.

   En primer lugar, yo creo que en el coche todos debemos llevar un botiquín. Yo tengo una cajita de lata, que me habían dado con algo(ni siquiera recuerdo con qué) y siempre llevo unas aspirinas y unos gelocatiles, y cuando los niños eran más pequeños llevaba Apiretal o Dalsy. También llevo siempre tiritas de distintos tamaños, y alguna de esas que te pones en el pie cuando te roza el calzado y que son muy eficaces, un bote pequeño de mercromina o betadine, un bote de agua oxigenada, una venda y esparadrapo y algo para las picaduras, generalmente Afterbite. Y chicles para el mareo, claro.
Gracias a esas cosas, alguna vez hemos evitado tener que regresar a casa en el mejor momento del día. Está claro que si te pasa algo grave este botiquín sirve de poco, pero para aliviar un dolor de cabeza, una picadura o la herida de un zapato sirve, y puedes disfrutar del día con la familia.
     
Otra cosa que siempre he llevado, aunque parezca una tontería, es una gorra, bueno en mi caso más de una. No es la primera vez que salimos de casa con el día nublado y luego sale el sol, y a raíz de una insolación que pillé una vez en un parque, siempre llevo algo para la cabeza. 
No es necesario llevar una gorra maravillosa, yo siempre llevo alguna que me dan con propaganda, de alguna bebida o de algún centro comercial, y así, si calca mucho el sol, podemos dejar a nuestros hijos jugar porque están protegidos y no tenemos que volver a casa en el mejor momento. 
Y por una razón parecida siempre llevo unos playeritos o zapatos de repuesto con calcetines y una chaqueta. 
En una mochila que ya no usemos mucho porque se han cansado o el personaje está un poco pasado de moda pero que la mochila está bien, metemos las gorras, unos calcetines, yo siempre los meto de deporte porque son más calientes y combinan mejor, y de calzado yo suelo coger playeritos de tela tipo Victoria, unos que ya tengan el color un poco menos vivo. 
Y la chaqueta siempre llevo la misma, unos polares que compré de oferta dos por uno y que no ponen para vestir pero que son muy calientes. 
A veces estamos disfrutando de un día precioso lejos de casa y uno de los niños mete el pie en un charco, por ejemplo, pues le ponemos los otros playeros y aunque seguramente no pegarán mucho con lo que lleva puesto, al menos están secos y no tenemos que volver a casa antes de tiempo. 
Y con la chaqueta igual, a veces salimos de casa en un día de mucho calor y de repente refresca, pero no queremos volver tan pronto, pues le ponemos la chaqueta y podemos quedarnos un poco más. 
Yo siempre intento que esta mochila ocupe poco sitio, y la llevo en un lado del maletero. Y otra cosa que tengo es un set de belleza.
Generalmente salimos pintadas de casa y llevamos en el bolso lo necesario para retocarnos, pero a mí alguna vez me ha ocurrido que hemos ido a una playa con el coche, y luego nos ha apetecido ir a dar un paseo o a tomar un helado a algún sitio, y yo estaba a cara lavada. 
Bien, este set de belleza es solo para salir del apuro porque no son cosas demasiado buenas. 
Yo, después de probar varias cosas, ahora llevo uno de esos estuches de maquillaje que llevan un poco de todo y que cierran en una cajita compacta. En el que yo tengo hay varias sombras en tonos rosas, azules y verdes, por tanto me sirven para casi cualquier look, tiene un rimmel pequeño, un lápiz de ojos negro, un colorete, unos polvos compactos, un lápiz de labios y tres o cuatro tonos de brillo de labios. 
No sirven para un look sofisticado, de hecho solo hay un tono de colorete y el rimmel es muy básico, pero al menos no damos esa sensación de cara lavada. Ese estuche lo llevo en un neceser donde guardo también un cepillo, unas gomas del pelo negras para que vayan con todo y unas orquillas, una muestrita de perfume, un botecito con gel de baño para lavarnos en caso de necesidad, un botecito con colonia fresca para los niños, un paquete de toallitas húmedas, una muestra de crema solar por si un día nublado abre de repente, para que no nos quememos, y una muestra de crema hidratante para echar debajo del maquillaje si vengo, por ejemplo, de la playa. No es que con esto vayamos maravillosas, pero al menos nadie nos va a mirar por ir hechas una facha.
 Este neceser lo llevo en la guantera, a mi lado, y siempre puedo cogerlo en caso de necesidad.
  
Y una cosita que no podemos olvidar es una toalla, por si tenemos que secarnos o para sentarnos en un prado, y una manta de viaje, porque a lo mejor un niño se nos duerme en el coche o nos entra frío cuando volvemos a casa de noche en invierno. Entonces nos tapamos con una manta y ya está. 
Las que tengo ahora son ideales, una la compré en la tienda Casa y la otra me la regalaron con cereales, son suaves y ocupan poco. 
Y la toalla es una de playa que me entró con un refresco, es bonita y también ocupa poco y ya me ha sacado de un montón de apuros.
   
Bien, teniendo cubierta la belleza, la salud y el frío o calor, ahora queda la diversión. Está claro que no llevamos las mismas cosas para entretener a nuestros hijos cuando son pequeños que cuando son mayores, pero hay algunas cosas que sirven para todas las edades. 
El objeto que bajo mi punto de vista nunca debe faltar en un coche es un balón. Si los niños son pequeños se los podemos dar blanditos y de un tamaño apropiado y a medida que vayan creciendo podemos dárselo de reglamento o de baloncesto. 
Así, si algún día salimos y sin tenerlo planeado acabamos en un merendero o en un área recreativa por lo menos tienen algo para jugar y se divierten. 
Podemos tener también un juego de playa de esos de cubo, paleta y rastrillo por lo mismo, a veces vamos a sitios que tienen arena y nosotros no la sabíamos, y con esos juguetes se lo pasarán mejor y pueden además jugar con otros niños. Si lo llevamos bien colocado ocupan poco espacio y no nos molestarán para nada. Cuando mis hijos eran más pequeños, yo llevaba también en una mochila que ya no usábamos un “lote” de cosas, y así, si una excursión o una jornada familiar se alargaba más de lo previsto ellos tenían con qué jugar. 
El lote en sí consistía en una muñeca con algún vestido, unos coches, unos cacharritos de cocina, que en realidad era con lo que más  jugaban los dos, sirven para arena, para hierba y para todo. 
Y metía siempre algún cuento de pegatinas o una pizarra con tizas. Y luego, en el asiento, llevaban unos juegos de viaje, unos se los había traído el Ratoncito Pérez, y otros, al ver el resultado, se los compré yo, pero no los llevaba todos a la vez, iba alternando. 
Y siempre podemos llevar una comba, una peonza, o mi juguete estrella y que aún usan a pesar de ser mayorcitos, la cometa. 
Las primeras eran muy sencillitas porque para niños pequeños deben ser fáciles de manejar, y luego ya podemos comprarlas más sofisticadas.
    
Y bueno, el resto de cosas que llevo son cositas lógicas como pañuelos de papel, un Boli y una agenda por si tenemos que apuntar algo, unas pilas por si se acaban las de la cámara de fotos, monedas sueltas para las máquinas de aparcamiento de la ORA, unos chicles, caramelos y cositas así.
      
Os estoy soltando un rollo que…tela marinera, pero aunque creo que es interesante hablar de esto porque son cositas que todas sabéis, pero a veces viene bien recordarlas. Yo he disfrutado de días estupendos con mi familia que seguramente se habrían estropeado si no hubiese llevado una gorra, o una tirita o un calzado de repuesto. 
Y de paso que os hablo de estos “imprescindibles” de vehículos aprovecho para resaltar el valor de las coches, porque últimamente se han convertido en un objeto que solo sirve para dar ”categoría” al que lo tiene, y a veces nos olvidamos de lo importantes que son, que nos llevan a trabajar y que nos hacen las cosas más fáciles. 
Bueno chicas, os dejo, esperando no haberos aburrido demasiado y esperando que a alguna estas ideas le vengan bien. 
Recordad que a veces podemos salvar un día precioso con un calzado seco, una gorra o un simple balón. 
Muchas gracias a todas por leerme, y porfa, como siempre os digo, dadme vosotras ideas que me encanta aprender cosas nuevas. Besinosssssssssssss y a seguir disfrutando el verano.